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martes, 13 de diciembre de 2011

Foces del Infierno y de los Moñacos



A veces nos vanagloriamos de haber realizado proezas de ascensos comprometidos de cumbres elevadas, de rutas largas, etc., Pero qué fácil es llevar una pequeña cura de humildad cuando alguien en apariencia menos versado te pregunta sobre los hórreos de Espinaredo, el inolvidable paraje de La Pesanca o la frondosidad de los bosques de las Foces del Infierno. Muchos asturianos, que lo son, se precian de visitar recurrentemente Covadonga, o pasean la ruta del Cares y suben el Pico Paisano sin saber que lo han hecho, sino para contemplar la ciudad de Oviedo desde las alturas. Sin embargo vadear el río Dobra hasta la Olla de San Vicente o del río Infierno hasta las hoces del mismo nombre está al alcance de todo el mundo y son etapas asimismo de pura asturianía en flora, fauna y paisaje.
Las Foces del Infierno y de los Moñacos, ruta que marcaremos hoy, tiene la peculiaridad de que, siendo por pista a todo lo largo de su recorrido, cada grupo familiar, de amigos, etc., puede, cortando y retornando, adaptarla a su gusto, capacidad física u oportunidad.
Nos aproximamos desde Infiesto, capital del concejo de Piloña, torciendo a la derecha (PI-4) casi al final de la villa en dirección a Espinaredo por unos cinco kilómetros. Parar en Espinaredo, tomar un café y fotografiar sus hórreos es cuando menos, recomendable. Las balconadas de sus casas repletas de flores, la Iglesia con su Texo centenario, su río Espinaredo cruzando por mitad del pueblo no te dejan impasible.
Continuamos tres kms. en dirección a Riofabar y de ahí otros dos hasta el área recreativa de la Pesanca (400 m), y allí se dejan los coches. Nos encontramos entre las sierras de Aves y Xiblaniella y en la margen derecha del Río Infierno. Este paraje por sí solo ya sorprende: con pozas para bañarse, fuente de agua potable, bancos y mesas, sombras, frescor, te lo imaginas en cálidos días estivales…
Comenzamos a caminar cruzando su puente por una ancha y cómoda pista que nos irá transportando con continua pero ligera pendiente durante todo el trayecto.
Dejamos las casas de Muñizón a la izquierda a los veinticinco minutos de marcha. El avance se nos antoja lento por las continuas paradas para fotografiar los impresionantes parajes, saltos y pozos de agua, abruptos riscos justo encima de nuestras cabezas, árboles con formas fantasmales, setas y líquenes, etc.
Vamos cruzando puentes sobre el Río Infierno, cinco en el total del recorrido.
A la hora y cuarto aproximadamente cruzaríamos una portilla que separa Piloña y Caso, nos encontramos en El Pantín. Aquí el río adopta formas y caídas espectaculares. Los bosques cada vez son mas frondosos y el entorno de ensueño.
De pronto nos sorprende una bifurcación: es el cruce de la Argañal, seguimos por la derecha y hacia arriba. El río va quedando debajo y sobre nuestras cabezas observamos una gran variedad de vegetación autóctona: hayas y pinos fundamentalmente.
Un nuevo puente sobre la Riega de los Cubilones nos introduce en un enorme hayedo menguado en el tiempo por la enorme tala depredadora de que es objeto.
Aquí la pendiente se pronuncia para acercarnos a la Foz de los Moñacos con sus impresionantes farallones. Llevamos caminando aproximadamente dos horas y media.   
El goteo incipiente desde hace un cuarto de hora se está convirtiendo en lluvia torrencial. Se impone el regreso, y acelerado.

Distancia: 13.70 km 
Desnivel: 550 m
Dificultad: baja
Duración: 4:30 horas



Área recreativa de La Pesanca (400 m.)

Poza en la Pesanca

Río Infierno





Casas de Muñizón a la izquierda

Casas de Degoes


Primer puente: Pontau


Segundo puente: Tarrantosa




Farallones a la derecha

Murallón a la izquierda

Tercer puente

Foz del Infierno (743 m.)

El Patín, separa Piloña de Caso





Cuarto puente: sobre La Riega de los Cubilones


Monte Corbera

Quinto puente

Mítica foto del pedrusco

Depredación

Foz de los Moñacos. Al fondo asoma el Pico Vizcares

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Ruta del Agua (PR AS-17)




Distancia: 15,20 Km
Desnivel acumulado de subida: 660 m
Dificultad: Baja
Duración: 4:30 horas




Ruta clásica del senderismo asturiano, una de las mas realizadas, que tiene su origen y final en el pueblo de Taramundi y que a través de sus 15 kilómetros nos retrotrae, en algunos momentos, al pasado. La sensación de lo histórico y lo verdaderamente autóctono nos acompaña durante todo el trayecto.

También es conocida como la “Ruta de los Ingenios” ya que a lo largo de su recorrido podremos contemplar una serie de artilugios que tienen como fuente principal de energía para su funcionamiento el agua. 

Salimos de Taramundi por la carretera que se dirige a Texois y al poco nos encontramos con un panel informativo de la ruta que vamos a realizar. Allí mismo un camino de hormigón rayado en descenso nos conduce a Mazonovo donde podemos contemplar los primeros “ingenios” del día. 

Seguimos por carretera para
desviarnos poco después a la derecha por un camino que pasa por delante de un caserío abandonado y que cruzando un antiguo puente de piedra da a la carretera de Esquíos. Continuamos por ella durante un rato hasta encontrar un bonito y cómodo sendero, con el último tramo en escalera, que nos lleva a los pies de la cascada de La Salgueira. Son unos dos kilómetros ida y vuelta, pero merece la pena. 

De nuevo en la carretera, visitado el salto de agua, continuamos hasta Esquíos donde finaliza el asfalto. Aquí la ruta se convierte en circular por lo que podemos optar por cualquiera de los dos ramales ya que volveremos aquí por fuerza. Nosotros continuamos al frente por un buen camino casi llano que a través de un bosque nos conduce a Veigas. Se trata de un rincón embriagador, cuatro casas muy rehabilitadas adecuadas para hospedaje y caminatas por la zona. Bordeándolo cruzamos el Puente de Batán para encontrarnos con la ermita de las Nieves. Ahora por carretera nos dirigimos de nuevo a Veigas, concretamente a su centro de turismo rural que cuenta con bar y restaurante, aunque no siempre esté abierto. 

Apreciado el entorno tomamos una pista que, entre la margen derecha del río Las Mestas y la carretera, nos va acercando a Os Teixois, pasando en el tránsito por varios miradores con bellas panorámicas. 

En Os Texois tenemos un admirable complejo hidráulico del siglo XVIII formado por mazo con soplado por principio de Bernoulli, piedra de afilar, batán, molino y “fabrica de luz”, todo muy bien conservado rodeando una pequeña presa. Al igual que en Veigas también aquí contamos con bar y restaurante. Desandando unos trescientos metros retornamos a un cruce de caminos donde tomaremos la senda que sale a nuestra derecha y que se dirige a Esquíos. Por una pronunciada bajada alcanzamos el río que cruzaremos por un moderno puente de madera para inmediatamente iniciar una fuerte subida en zigzag hasta la entrada de Esquíos. 

De aquí a Taramundi repisamos el camino de ida, pero ahora con unas perspectivas diferentes. 




Panel ilustrativo de la ruta

Mazonovo de Taramundi

Molino de Mazonovo

Puente La Escaderna

El camino a la cascada en sus inicios

Precioso recorrido hacia la cascada


Tramo de escaleras de acceso a la cascada

Tramo de escaleras de acceso a la cascada

Cascada de La Salgueira

Carteles a la entrada de Esquíos

Camino de Veigas

Iglesia de As Veigas

Veigas

Rincón de Veigas

Camino de Os Teixois

Capilla de Santo Domingo de Os Teixois

Os Texois

Molino de Os Texois

Batán de Os Texois

Nuevo puente de acceso a Esquíos

Restos del antiguo puente camino de Esquíos

Esquíos