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martes, 24 de junio de 2014

Ambingue - Majada Viores - Pico Cunio - Collado Medandi - Ambingue



No sabemos si el nombre de lo de la “Sierra Furacu” se debe a la ventana u orificio natural que desde lejos vimos en el dorso de una de sus cresterías cuya foto puede apreciarse entre las de más abajo. De todos modos, el Porru Furacu representa una de sus más elevadas crestas. Nuestro programa para hoy consiste en rodear esta sierra aprovechando para subir, además, el Pico Cunio.
Arrancamos a caminar desde el pueblo de Ambingue (490 m.) del Concejo de Ponga. Habíamos dejado el coche junto al lavadero de abajo, a la entrada del pueblo, y tuvimos que subir con una pendiente considerable hasta sus edificaciones cimeras. Pasando un segundo lavadero torcimos a la izquierda a la altura de la última casa, en una muy pronunciada curva de la calle, atajando por un camino estrecho de poco tránsito según su vegetación. Tras bordear una caseta pintada de blanco –depósito de agua- y una cabaña, salimos en diez minutos a una ancha pista que, subiendo desde la derecha, nos permitiría hacia el sur rodear el Porru La Escrita (1.026 m.) de Sierra Furacu.
A medida que nos alejábamos íbamos viendo hacia atrás los pueblos de Cazo, Ambingue, Sellaño, Tribierto, y las alturas que les ofrecen protección.
Más arriba, a una hora de caminata al pasar de La Cuesta a El Pasadoriu, la pista se transforma en camino y por primera vez a lo lejos asoma el Pico Cunio (1.264 m.).
Bordeamos el Pico Viores (873 m.) y nuestras miradas, hacia el NW, así como nuestros pasos, se dirigen en todo momento a una collada a la derecha del Cunio.
Tras un incómodo felechal abordamos una arboleda de hayas y avellanos cerrando una preciosa finca con alguna cabaña dispersa. Nos hallamos en la Majada Viores y las pendientes se pronuncian de nuevo.
El piso se mezcla de piedra y vegetación alta y el avance se ralentiza por momentos. Nos preocupa la densa niebla que poco a poco se va apoderando de las alturas. Interrumpimos la marcha durante media hora en Collau Espinu aprovechando para "cambiar de lugar" la comida de las mochilas, con tan buena suerte que en el intervalo las vistas clarean y se alargan las distancias
Recuperado el aliento proseguimos el ascenso alcanzando primero la collada y a continuación en diez minutos, con satisfacción por caminar por limpia pradería, la cumbre del Pico Cunio; aunque, a decir verdad, en esta ocasión, con ninguna panorámica que merezca la pena.
Descendemos relativamente en un momento hacia el noroeste dejando a nuestra derecha el Pico La Bandera (1.259 m.). Si bien al principio aprovechamos camino pisado, poco a poco perderíamos huella asegurando nuestra orientación hacia la bien visible collada del Pico Paradañu (983 m.) con la referencia, además, del Pico mismo. La niebla vuelve a hacer acto de presencia.
Después bajamos hacia el este en busca de la Collada Medandi. El camino está tremendamente embarrado obligándonos en algún paso a abandonarlo para sortear barrizales.Sin llegar a coronar Peña Medandi totalmente los espacios de niebla menos densa nos permitía adivinar que la vista de montañas desde aquí en días claros tiene que ser atractiva.
En menos de media hora pisábamos la pista de todoterreno que no abandonamos ya, bajando de modo continuado (SE), hasta llegar a Ambingue.






Distancia: 13,5 Km
Desnivel acumulado de subida: 980 m
Dificultad: Media
Duración: 7 horas


Descargar el track de esta ruta:


Lavadero de abajo

A la izquierda Ambingue de Arriba, y a lo lejos la Sierra de Tribierto



Salimos del pueblo

Fuente La Escrita


Cazo



Pico Pondio (993 m) sobre Tribierto y la Collada Llimes (752 m)

Pico y Majada de Viores


Vista hacia el sur un poco por debajo del Porru Furacu (1.202 m)

Alguna que otra cabaña

En una de las revueltas comenzamos a vislumbrar el Pico Cunio

Y su Collada previa

Crestería "afuracada"

Incómoda aproximación

Collau Espinu, con la Majada Fonciellos



Reanudamos después de comer

Llegando a la cima del P. Cunio

Picu Paradañu


En dirección a la Collada Medandi

Librábamos en lo posible algún barrizal

En busca de la pista hacia el sur: Ambingue


Llamarriondas

Vista al este desde Llamarriondas. Justo detrás de los Cuadrazales La Mota Cetín.

En Ambingue de vuelta


martes, 12 de noviembre de 2013

Bosque de Peloño (Les Bedules - Arcenorio - Les Bedules)



Habíamos visitado el bosque de Peloño en otras ocasiones, pero andar la ruta completa Bedules-Arcenorio disfrutando de los colores otoñales que las hojas de los hayedos en fuerte contraste con las de las demás especies, nunca.
Esperábamos que la luz del día diese margen suficiente para fotografiar los muy diferentes escenarios que nos íbamos a ir encontrando, y la vez, y a muy buena marcha, nos permitiese cubrir los casi treinta kilómetros del trayecto de ida y vuelta propuesto.
Lo hubiésemos conseguido de haber tenido mayor fortuna que con el gris y triste día que nos tocó en suerte.
El Parque Natural de Ponga, de más de 23.500 Ha., se ve recompensado por si lo necesitara, que no, de la Reserva Natural Parcial de Peloño de algo más de quince kilómetros cuadrados.
Un gran bosque: el de Peloño y sus alrededores ocupan casi toda la extensión del parque y constituye una de las masas forestales más notable de Asturias. Un hayedo de más de 200.000 ejemplares, prevalece sobre otras especies como robles, acebos, sauces, servales y hasta avellanos.
Sus cumbres más notables, que prácticamente rodean Peloño, llevan nombres como el Picu Rasu (1.613 m.) al norte, el Sen de los Mulos (1.505 m.) al este, el Collau Zorru (1.841 m.) al oeste, y Peña Ten (2.142 m.) y Pileñes (2.012 m.) al sur.
Accedimos a Les Bedules (1.083 m.) desde Puente Vidosa (km. 135 de la N.625). Tomando a la derecha la PO.2 se pasa por Viego y Fano en dirección a San Juan de Beleño, y hacia la mitad del trayecto, a medio km. pasado Miadoriu, en la Collada Llomena, un letrero nos orienta convenientemente. El camino hormigonado de 1,7 km. de longitud, nos permite llegar a la collada Les Bedules en coche. Las panorámicas desde el mirador de este paraje son un encanto de la naturaleza. Las praderías, los bosques y las montañas que te rodean hacen que el tiempo se detenga. En este caso, como teníamos en perspectiva una larga y ardua jornada, comenzamos a caminar sin dilación.
La calzada de origen romano que ya ancestralmente comunicaba la costa con estos valles, y atravesaba la Cordillera Cantábrica hacia León, no tiene excesivas pendientes y dispone de buen firme.
En un continuo discurrir ascendente en dirección sur, viene al principio muy indicada al coincidir con la PR.AS-181 (Ruta de la Foz de Los Andamios) y la PR.AS-283 (Senda Granceno-Tolivia)
En veinte minutos nos hallábamos en La Biforcadera, cruce de caminos que a derecha nos llevaría a la majada Les Llampes y la Collada de Les Caldes, y a izquierda a Víboli, de los que haremos caso omiso, continuando por el principal: al sur.
Y en una hora más, a hora y veinte de la salida, nos encontramos en la pradería de Collada Granceno. Una cabaña, una fuente y una señal de desvío a la izquierda, hacia la Foz de los Andamios, Tolivia y Puente Güeria, nos entretienen un poco. Hemos dejado detrás, a nuestra derecha: El Rasu, a nuestra izquierda El Monte Pedrosu, y tenemos enfrente el Sen de los Mulos y Peña Subes (1.480 m.). Es una verdadera pena que las nubes bajas de un día ciertamente oscuro nos impiden las exposiciones fotográficas a media y larga distancia.
Ahora la pista gira ligeramente a oeste, descendiendo e introduciéndonos en el Monte Peloño por Monte Bustiellos, y de nuevo al sur, La Palanca y La Horcada Guaranga (1.370 m.). Este es un punto estratégico de referencia por su altura, su portilla metálica y las fortificaciones, trincheras y nidos de ametralladoras estratégicamente situados de triste recuerdo. Hemos caminado ya, prácticamente sin pausa, durante tres horas.
La pendiente del camino en descenso se pronuncia de pronto y en sucesivas eses avanzamos por la margen izquierda del Río Ruaguín. Tras cruzarlo más adelante, saltando de piedra en piedra, de nuevo subimos hasta el valle. Por fin nos encontramos en la Llana de Arcenoriu (1.500 m) y, rodeando un pequeño promontorio, su Ermita, la de la Santina de Arcenorio. Los 8 de setiembre de cada año se celebra aquí la romería a mayor altura, y alejada de vehículos, de Asturias, rememorando la tradición de una antigua feria que reunía una vez al año a casinos, ponguetos y leoneses en un ejercicio de intercambio de ganado, enseres y productos agrícolas.
Desde este valle existe salida a Ventaniella (Puerto y Caserío) entre las PeñasTen y Pileñes hacia el oeste por la Collada de las Arriendas o del Cardal. Al sur podríamos adentrarnos a las praderías de la Vegadona y a través del Puerto de Fonfría pasar a la Uña y Polvoredo. O bien hacia el este, a través de Collada Campa y los Puertos de Llaete acceder a Pío y Oseja de Sajambre. Destacable la importancia de Arcenorio como encrucijada de diferentes destinos.
Si la ida nos llevó tres horas y cincuenta minutos, el retorno lo bajaríamos a tres veinticinco. Y aun así la última media hora era noche cerrada.
En fin, ruta a repetir en día claro, pues si bien disfrutamos de la variedad de colores de la vegetación en otoño, nos faltó la satisfacción de las vistas panorámicas.






Distancia: 28,2 Km
Desnivel acumulado de subida: 1.050 m
Dificultad: Media
Duración: 7 h 30 m


Les Bedules


Primera fuente al comienzo de la marcha

Recién rebasada La Biforcadera



Majada El Escobal

Collada Granceno



Río Canalita



Trincheras de la Collada Guaranga


La Vega de Arcenorio

Ermita de la Santina de Arcenorio

Su fuente

Al oeste Peña Ten y Pileñes

Volvemos

disfrutando de los colores


Acebo

Al fonde el Recuenco