martes, 16 de octubre de 2012

Portilla de la Reina - Las Salas (Ruta Vadiniense III)

Distancia: 36,40 Km
Desnivel acumulado de subida: 600 m

Dificultad: Media

Duración: 9:15 horas

Descargar track de la ruta:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4846486

Emprendemos hoy la tercera etapa de nuestra Ruta Vadiniense que comienza en Portilla de la Reina y finaliza en La Salas.

Comenzamos junto a la remozada ermita del Santo Cristo o de la Santa Cruz, que está ubicada en el cruce donde se unen la carretera que viene de San Glorio con la de Pandetrave. Desde allí recorremos, la andadura por carretera, los casi 8 kilómetros que nos separan de Barniedo, con la compañía del río Yuso a nuestra izquierda, a falta de un camino alternativo.

Al llegar a Barniedo tenemos que cruzar un puente para entrar en el pueblo y coger un camino -ahora con el Yuso a nuestra derecha- que nos conducirá hasta Boca de Huérgano. Casi sin darnos cuenta comenzamos a divisar los tejados de Los Espejos de la Reina, entre los que destacan la torre de la iglesia y la aguja de la Torre del Reloj. No necesitamos entrar en el pueblo, ya que el camino continúa hacia Villafrea de la Reina, pasando al lado de una pequeña cascada que cae desde un antiguo batán aquí conocido como La Pisa.

Después de atravesar Villafrea nos encontramos con la ermita de San Simón. Allí enlazamos con la ruta balizada PR LE-33 “Matapiojos”, y por ella consumimos el escaso kilómetro que nos separa de Boca de Huérgano que abordamos por encima de una fábrica de quesos.

Cruzamos el viejo puente del siglo XV, ahora peatonalizado y, por la calle El Puente, nos dirigimos hacia la ermita de San Justo situada en una pradera junto a la carretera general. Atrás hemos dejado el edificio más emblemático de Boca de Huérgano: la Torre de los Tovar, recientemente restaurada.

A los pies de San Tirso parte la antigua carretera a Riaño y vamos bajando por ella aprovechando que por la bajada del nivel de las aguas del pantano en esta época del año queda al descubierto. Después de algo mas de kilómetro y medio salimos a la carretera general para seguir por ella hasta el Nuevo Riaño y hacemos una parada en la Ermita de San Bartolomé, un bonito y cuidado rincón, y su área recreativa.

Entramos en Riaño por la zona del Pabellón de Lucha Libre y otras instalaciones deportivas y continuamos por el sur hasta alcanzar la Ermita de Nuestra Señora del Rosario, el hórreo de Salío y el Monumento “Silencio de las Campanas”, cuyo conjunto se conforma a modo de un pequeño recuerdo a los pueblos que quedaron sepultados bajo las aguas.

Atravesado el largo puente sobre el pantano, llegamos al túnel de Sosa. Lo sobrepasamos por su parte alta para luego desviarnos hasta la nueva ubicación de la ermita de Quintanilla y proseguimos de nuevo por carretera hasta la entrada a Carande. Allí enlazamos con el PR LE-52 “Collado del Baile” que nos llevará, por un camino de tierra, hasta Horcadas, un pueblo que nos sorprendió gratamente por la prestancia y cuidado de buena parte de sus casas.

Abandonamos el PR y salimos de nuevo a la carretera por la que proseguimos hasta el túnel que antecede al muro de la presa. Un ramal da paso al viejo camino asfaltado que, después de una bajada, se encuentra con la carretera que se dirige a Remolina. Por ella seguimos hasta encontramos con la histórica calzada que forma parte del GR-1 y por la que, cómodamente, consumimos los dos kilómetros que nos restan para llegar a Las Salas, final de esta interesante etapa que transcurre por parajes de extraordinaria belleza.