En este tramo de Costa Asturiana nos toca de salida Nueva de Llanes. Dejamos el coche muy cerca de la estación de FEVE, con objeto de retornar, como ya viene siendo habitual en nuestras últimas incursiones similares, por ferrocarril.
Buscamos Ovio en nuestro acercamiento a la costa, con la pretensión convertida en obsesión de dibujar en estas excursiones un camino que realmente sea marítimo, que discurra lo más cercano posible a los acantilados, a las olas, a la arena de las innumerables playas de las que nuestra región presume con orgullo.
Seguimos recurrentemente las múltiples indicaciones que sistemáticamente nos conducen a la playa de Guadamía.
El itinerario es prácticamente llano, por lo que los kilómetros se suceden con una media aceptable y uniforme, salvo en tramos donde el impulso de plasmar en fotografías la belleza del entorno nos ralentiza la marcha.
A la altura de Picones, y volviendo la vista al Sur, se percibe entre la niebla en la lejanía del horizonte los Picos de Europa, se perfilan los tres macizos.
Vemos a lo lejos la Ermita de San Antonio, pero no nos acercamos, significaría desviarnos.
Conseguimos fotografiar, con la Ermita de fondo, la altura del bufón de la playa de Cuevas del Mar. Las últimas tempestades acabaron con la mucha arena de que esta playa disponía. Es de esperar que se reponga antes del verano próximo.
Nos asomamos a otra playa, la de Villanueva, posiblemente la más estrecha y angosta de nuestro litoral cantábrico.
Después Llames, y, en la costa, los famosos bufones de Pría. Difícilmente hubiéramos escogido mejores día y hora para visitarlos y registrarlos en instantáneas: viento fuerza 10 (temporal duro de la escala Beaufort), olas grado 6/7 (mar muy gruesa/arbolada s/ escala Douglas) y marea alta. Se supone que la altura que alcanza el agua de los “venturis” de los bufones debe ser máxima en estas circunstancias. Reiteradamente recomendamos a los incautos turistas y curiosos del lugar, del traidor peligro que entraña el acercarse a las bocas de estos “dragones” costeros, que a la menor oportunidad y sin aviso previo exhalan de su interior con inusitada fuerza el agua salada que los devora en el tiempo.
La Playa de Guadamía nos cierra el paso. Marea alta y río Guadamía a máximo caudal por las recientes lluvias y deshielos nos obligan a vadear río arriba dos o tres incómodos kilómetros. Al fin cruzamos en zona de piedras para, después de salir a la carretera, asomarnos por la playa en su vertiente occidental. La observación de los bufones desde el área recreativa de este lado es simplemente extraordinaria.
A partir de aquí, y por recomendación de terceros, decidimos avanzar por el Camino de Santiago, conscientes de que ello representaba con frecuencia perder de vista el mar. De otro modo nos hubiéramos encontrado con tramos demasiado abruptos e intransitados.
La llegada a la estación de FEVE de Ribadesella puso el colofón a la aventura del día. En tren hasta Nueva, y al coche.
Distancia: 23,1 km
Desnivel subida acumulado: 295 m
Dificultad: Baja
Tiempo empleado: 5:15 horas
Nueva de Llanes |
Macizo Central |
Ermita de San Antonio |
Playa de Cuevas del Mar |
Túnel de Cuevas del Mar |
Puente sobre el río Ereba |
Bufón de Cuevas del Mar |
Playa de Villanueva |
Imposible pasar sin foto |
Impresionante área recreativa |
Ermita en el Área Recreativa de Garaña |
Bufones de Pría |
Playa de Guadamía |
Río Guadamía. Por aquí cruzamos. |
Los bufones desde el otro lado de la playa |
Imposible captar toda su fuerza |
1 comentarios:
Interesante esta ruta, para proseguir con los caminos por la costa asturiana. Un saludo y muy buenas fotos.
Publicar un comentario