TROTONES: Pico Mayor o Gorrión (desde Villaorille)

No sabemos si la Sierra del Gorrión tiene entidad propia o es, como piensan muchos, una estribación o apéndice de la Sierra de Sobia. Tampoco estamos muy seguros del verdadero nombre de nuestro objetivo de hoy, el conocido como Pico Gorrión -también como Pico Mayor- y, en menor medida, como Cueto Negro de la Rasa. A esta confusión ha contribuido en gran medida la cartografía existente, ya que es mucha casualidad encontrar dos mapas que coincidan. De lo que si están seguros los lugareños es de que su nombre no es el Gorrión ya que eso “son coses de los que, como vosotros, se empeñen en llamalu así”.

Puede que tampoco sea el pico más alto de la sierra (su altitud varía entre los 1.228 y los 1.241 metros, según la fuente consultada), pues parece que su vecino el Contruteiro o Peña Ordiales tiene un metro más (1.242 m.).

Pero nada de esto importa demasiado, porque de lo que no vamos a dudar es de que es el más emblemático de todos, por su situación, por las maravillosas vistas que se contemplan desde su cima y por la última dificultad que entraña su consecución, ya que si lo atacamos por el frente debemos sacar las manos de los bolsillos y si lo hacemos por la derecha obligados estamos a aflojar un poco el nudo de la corbata.

Este último tramo lo afrontamos desde la collada de Ordiales, a la que podemos llegar desde cualquiera de los pueblos que se asientan bajo sus pies. El acercamiento a Ordiales más utilizado es el que parte de Toriezo regresando por el Valle de La Forada a Villaorille. También es frecuente hacer el recorrido al revés y algo así hemos hecho nosotros hoy.

Aparcamos en la plazoleta de Villaorille y nos dirigimos por una bonita pista que llanea por encima del pantano de Valdemurio hasta dar vista a la Horcada del Espín ascendiendo a ella por un ancho camino perfectamente armado, que en su inicio es más bien un pedregal y que en sucesivas revueltas va ganando rápidamente altura. Es un tramo espectacular que nos muestra los esfuerzos que realizaban nuestros antepasados para sobrevivir, y que el tiempo y nuestra desidia van a conseguir su desaparición.

Al poco de superar la horcada el camino da un respiro hasta alcanzar el túnel de Peña Forada, otro aliciente más de la ruta: al parecer era una cueva natural a la que la mano del hombre convirtió en túnel. Atravesado éste, el camino prosigue por todo el valle de Forada bajo la Sierra del Espin, y al mismo tiempo que va ganando en altura lo va haciendo en belleza, con su empedrado tapizado de musgo entre avellanos. Avanzamos lentamente unas veces para contemplar el paisaje y otras con esta disculpa tomar un poco de aire. Llegamos a una amplia collada. A su izquierda está asentada la Braña La Corrá, otro lugar de gran belleza, formada por una docena de cabañas en completo abandono. El camino aquí se pierde un poco, pero ya tenemos como referencia el Pico Gorrión y pronto nos encontramos en una inmensa pradera conocida como el Pradón. Obviamos la pista que nos llevaría a la collada Quintaneiro y seguimos ascendiendo por la izquierda de ésta para atravesar un pequeño bosque que nos conduce sin pérdida a la ya citada collada de Ordiales. De aquí a la cima hay menos de quince minutos y para los curiosos decir que nosotros hemos aflojado la corbata.

En su cima no hay nada que la identifique: ni cruz, ni placa, ni buzón de cumbres; sólo unas piedras apiladas y, para eso, pocas. Nos tomamos largo rato allí tratando de identificar los muchos pueblos y cumbres que su privilegiada situación nos ofrece.

Bajando, y ya de nuevo en la collada de Ordiales, seguimos descendiendo hasta alcanzar la de Quintaneiro donde cogemos la pista que nos llevará a Toriezo o Fresnedo, dejando a nuestra derecha varias cabañas y un poco más abajo la Fuente Mayor o Carril.

Al llegar a Cuendeneva el camino se bifurca: la buena pista que traemos continua a la derecha y, de seguir por ella, nos llevaría a Fresnedo, y por la que sigue al frente se va a Toriezo. Como ya conocíamos ambas seguimos por esta última para abandonarla al poco y deslizarnos hacia Fresnedo por una pindia senda de la que nos habían hablado hacía tiempo, en la subida al Contruteiro. Con rapidez llegamos a Fresnedo y ahora sólo quedan cuatro kilómetros para alcanzar el punto de salida que hacemos por el conocido Camino Real Bajo que procedente de Puerto Ventana llegaba a Proaza a través de la Collada de Aciera, bien conservado en este tramo que casi paralelo a la carretera pasa por la parte alta de Villagondú y Toriezo para dejarnos en la misma plazoleta de Villaorille.