Distancia: 26,10 km
Desnivel acumulado de subida: 540 m
Dificultad: Media
Duración: 8:00 horas
Una etapa bonita de las costeras asturianas puede ser, y de hecho lo es, la que nos ocupa hoy: Cadavedo-Canero.
Dejamos el coche en una placita de Cadavedo denominada Plaza Campo Miares, no lejos de la capilla de la Virgen de la Regalina, y comenzamos a caminar bordeando el pueblo por el norte tratando de acercarnos a la costa en lo posible. Fuimos por la rasa sin perder de vista la torre-fortín de Villademoros que domina el paisaje. Al poco ya pisábamos la playa de Campiecho, donde se ubica la importante cetárea Canelmar.
Subimos por el acantilado opuesto hasta alcanzar nuevamente la rasa, y sin necesidad de separarnos demasiado de la costa observábamos a nuestra izquierda Villademoros con su torre y más allá Quintana.
Una nueva playa, la de Quintana, se abre ante nosotros. Una pequeña cascada da sabor a la desembocadura de un riachuelo al mismo borde de la arena. Vehículos todo-terreno llegan sin problemas. Había pescadores de oricios y perceberos que formaban parte del rocoso paisaje de la playa en profunda bajamar.
Al abandonarla no encontramos más salida que, en dirección sur, pasar por San Cristóbal, su apeadero de FEVE, su capilla: Santiago, y transitando el Camino de Santiago, perdonar sus playas de Perceberos y Los Molinos.
Abordamos la N-632 brevemente para entrar en Querúas donde nos da la bienvenida su Capilla de Santa Ana. Atravesamos varios de sus barrios perfectamente señalizados y nos encaminamos a la playa de Santa Ana donde observamos sus espectaculares y verticales acantilados. Accedemos a su arena por una tosca escalera de hormigón pero toda una bendición comparada con las de madera por las que antes se accedía y que aún hoy se conservan.
De retorno nos acercamos a Punta de Santa Ana y bordeando el acantilado sobre la playa de Ferreiro llegamos a Punta de la Osa desde donde divisamos la playa de Ponxeo.
Nos encaminamos hacia Busto pasando por la parte trasera de unas grandes extensiones de viveros e invernaderos de plantas y árboles diversos.
La Senda Cabo Busto (PR-AS 4) nos esperaba. Fuimos disfrutando de las vistas hacia el Cabo Vidio, hacia el oeste, desde sus numerosos miradores: Playa Ponxeo, Playa Barchinas, y así hasta llegar al faro. Desde aquí el horizonte se abre al occidente. Semioculta nos imaginamos la ensenada de Canero (desembocadura del río Esva), y casi tapada por su atalaya Luarca. El mirador Monte del Cabo, sobre la playa Bozo, y su área recreativa, son un paraje a recordar y tener en cuenta para aprovechamiento y disfrute en días calurosos del periodo estival.
Seguimos la senda marcada rodeando la península de Busto aunque ahora por bosque y con poca vista. Procuramos eludir dos empinadas bajadas directas a la ensenada de Canero -puestos de pesca- porque nuestro objetivo es cruzar su río más arriba.
Al poco pasábamos bajo el viaducto, al lado de la antigua fábrica de la Central Lechera, y por el puente del Esva de la N-634 nos plantábamos al otro lado, en la margen izquierda.
A quinientos metros, en el hotel-restaurante Canero, decidimos descansar y concluir la excursión del día.
0 comentarios:
Publicar un comentario