En Tapia de Casariego comienza el kilómetro cero de este último tramo por el
litoral asturiano que, llevándonos hacia el Oeste, nos va introduciendo a
través de un camino muy señalizado, ora senda ora carretera, por hermosas
playas e interesantes parajes…, pero no nos adelantemos.
Después de un paseo por la carretera que baja a la playa de Anguileira o La Grande
pasamos al lado de unas instalaciones deportivas y cruzamos una pasarela sobre
el río Anguileiro que desemboca allí mismo partiéndola en dos mitades. Luego
subimos al barrio de La Reburdia (Entreplayas) para seguir por prados hasta
alcanzar la playa de La Paloma, también rota por el arroyo de La Fernanda.
Poco después se encuentra el castro Castelo de Esteiro, uno de los muchos antiguos
poblados fortificados del litoral occidental asturiano.
Continuamos avanzando por la rasa costera hacia Villamil y nos salimos de la ruta marcada un poco antes de alcanzar el pueblo con el fin de visitar la bonita playa de
Serantes. Como el paso de ésta hacia la de Mexota se hacía inviable, ya que la
marea estaba subiendo, retornamos de nuevo a la ruta "oficial". Aquí
coincidimos con algún tramo del Camino de Santiago.
La marcha continúa por carretera hacia Santa Gadea y su pequeña playa llena de
ocle, y luego hacia la de Penarronda, pasando por un área recreativa y su
ermita de San Lorenzo.
Penarronda está declarada Monumento natural, con su
agujereada roca en mitad de la arena y su largo paseo de madera que salvaguarda
sus dunas. Su riachuelo limita los concejos de Tapia y Castropol y se dice de
él que, movido por efecto de la traslación de las dunas, hace variar de vez en
cuando la frontera entre ambos municipios. Bordeamos el camping y los próximos
kilómetros transitamos por una cómoda senda hasta el área recreativa Campo de
Arnao, con laguna incluida. En nuestro constante afán por oler el mar de cerca
no vimos el aeródromo de ultraligeros, pero sí los acantilados de Punta de
Maste y de La Cruz con su baliza.
La playa de Arnao, con más preparación y aparcamiento que zona de arena, nos abre
al Puente Los Santos y Ribadeo. La vista es preciosa. ¡Qué pena que está
comenzando a llover y nos perdamos la Capilla de San Román! Tras pasar por
debajo de la autopista alcanzamos Figueras que nos recibe con un impresionante
aguacero.
Aprovechamos para comer y cuando el temporal amainaba retomamos la marcha.
La senda costera ciclo-peatonal entre Figueras y Castropol discurre bordeando la
amplia ensenada de La Linera que cobija otras menores: como Las Acias con su
molino de mareas, O Cobo con su playa, El Esquilo con sus carpinterías de
ribera bajo el viaducto y As Salías con su trabajado paseo. Y con varias áreas
de descanso intermedias.
Toda esta zona de la Ría del Eo se encuentra catalogada como área de especial
protección para las aves y declarada como de interés para los cultivos marinos
en las especies de ostra y almeja. Hay una superficie de 55 Ha. de concesión a
tal fin.
Ya en Castropol recorremos su paseo marítimo. A partir de aquí seguimos la senda
ciclo-turista, que discurre por asfalto, pasando por San Roque y Moldes.
En Vilavedelle, mientras contemplábamos su ostentosa fuente comienza a llover de
nuevo. Una parada de autobús nos sirve de cobijo hasta amainar. Atravesando el
pueblo salimos a la "general" y compartimos ruta con los vehículos ya
hasta Vegadeo. Justo cuando llegábamos otro impresionante chaparrón ya no nos
sorprende.
Con ello no sólo hemos concluido esta larga etapa de hoy sino el gran recorrido de nuestro reto por el litoral asturiano. Todas las etapas están recogidas, muchos lugares fundamentalmente playeros están fotografiados, y con mayor o menor fortuna,
amén de haber disfrutado de todo, lo dejamos a disposición de quien lo precise
o desee reproducirlo.
Distancia: 34,10 Km
Desnivel acumulado de subida: 450 m
Dificultad: Media-baja
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