TROTONES: Peña Ubiña (desde Casa Mieres)

miércoles, 18 de julio de 2012

Peña Ubiña (desde Casa Mieres)

Habiendo superado la prueba en algunas ocasiones anteriormente, hacía años que Ubiña la Grande ya no entraba en nuestros planes. Pero por uno de esos principios no escritos de los blogs: “además de conseguirlo es conveniente recogerlo y difundirlo”… las razonas son obvias, hemos decidido repetir la excursión.
Peña Ubiña la Grande, con 2.411 m., es el techo del concejo asturiano de Lena, aunque nuestro recorrido de aproximación discurra íntegramente por León. Se disputaba con Los Fontanes (2.414 m.) la supremacía, perdiéndola con las últimas técnicas de medición.
La descripción de la ruta de la subida a Peña Ubiña desde Casa Mieres ha de ser necesariamente corta de texto. Hay en la red innumerables referencias de la misma con profusión de datos y nombres. Sin embargo el relato no por simple ha de ser incompleto aunque sólo sea por deferencia y respeto al lector interesado que, seguro que por error, ha pinchado nuestro registro.
De las varias alternativas de acercamiento a la base de la montaña, la que se inicia en Casa Mieres (1.595 m.) es la más recomendable por facilidad y comodidad. Hasta ahí mismo llega el coche tras subir el puerto de la Cubilla o del Palo (1.686 m.), una vez bordeado Tuiza de Abajo. Es decir, en el Alto de la Cubilla se pasa la portilla penetrando en los pastizales de la Vega de los Navares por una carreterita estrecha, pero perfectamente asfaltada. Al fondo de la pradería de Collada el Moro se distingue una pequeña ermita dedicada a la Virgen de las Nieves.
Rodeando el refugio Casa Mieres comenzamos la caminata hacia el norte, pasando al poco una fuente y el embalse del arroyo de la Cantarilla, en el valle del mismo nombre.
Continuamos por una pista perfectamente marcada del Valle María Delgado dejando a nuestra izquierda el Pico Cuesta el Caballo (1.794 m.) y a derecha Peña Vera (1.851 m.), adentrándonos en la preciosa vega de mullido césped de Candioches (1.686 m.) que transitamos subiendo por su izquierda y desde donde empezamos a distinguir Ubiña la Grande. Recorremos un pastizal de suelo irregular denominado de los Ollones (1.720 m.) de moderada pendiente y una especie de embudo nos direcciona hacia una canal: La Estrechura, en la que en algún momento “echaríamos las manos”. En superándola, accederemos a otra pradería, el Valle de Riotuerto (1.781 m.) y, poco a poco, nos vamos situando cada vez a más altura. Enfilamos nuestro objetivo de frente con lo que comenzamos a dejar a la izquierda Peña Ubiña la Pequeña (2.193 m.) y a la derecha Peña Cerreos (2.111 m.). Así ya nos vemos en El Ronzón (entre 1.850 y 1.900 m) y su collado (1.942 m.). La vista de ganadería caballar y vacuna fue, hasta ahora, una constante en nuestro recorrido.
La pendiente cada vez más intensa nos invita a comenzar con un trazado de largas eses, y volviendo la vista atrás, a lo lejos y detrás de Peña Cerreos, se perfilan La Tesa, La Mesa y la Almagrera.
Nos acercamos a dos peñas: Solmichu (1.998 m.) primero y la Carba (2.003 m.) después, situadas ambas entre las dos Ubiñas: Pequeña y Grande. Llevamos caminando dos horas y nos encontramos por fin en la base del pico.
Aquí comienza lo que sería el tránsito entre el pateo y la trepada. Al principio menos pendiente y moderada, pero convertida en dura y con manos en alguno de los trayectos. Tiene la ventaja de la piedra firme y en caso de necesidad claros apoyos. Cuando coronas y parece que llegaste, aun faltan cien metros de cómoda crestería de sur a norte. Por fin alcanzamos el vértice geodésico y varias placas conmemorativas a 2.411 m.
El descenso, tras media hora de descanso, lo realizamos prácticamente por el mismo camino y en la mitad de tiempo.